️ 180 gr de queso Cheddar Cathedral City Mild rallado
️ 150 gr de mantequilla sin sal
️ 150 gr de leche entera
️ 9 yemas de huevo
️ 1 cucharilla de esencia de vainilla
️ 9 claras de huevo
️ 1/2 cucharilla de crema de tártaro o zumo de limón
️ 150 gr de azúcar glas
️ 20 gr de cacao en polvo se disuelven con 5 cucharadas de agua caliente
Preparación
Empezamos preparando un molde desmontable cuadrado de 22×22 cm y recubrimos la parte de abajo con papel de horno.
En un bol añadimos la mantequilla, la leche y el queso Cheddar rallado. Lo deshacemos durante 1 minuto al microondas y lo mezclamos con la varilla para que se acabe de integrar bien.
Dejamos atemperar un poco y empezamos a agregar las yemas de huevo de una en una (las claras las reservamos en un bol aparte). Lo mezclamos con la varilla y una vez integrado la yema, añadimos la siguiente. Así hasta añadirlas todas.
Mientras vamos mezclando, agregamos la esencia de vainilla y seguimos removiendo.
Tamizamos la harina y una parte del azúcar glas sobre nuestra preparación, y removemos con las varillas. Una vez bien integrado todo reservamos.
En otro bol, añadimos la crema tártara a las claras (en su defecto un poco de zumo de limón) y una pizca de sal. Batimos con la varillas hasta que empiecen a montar.
En ese momento, vamos añadiendo poco a poco, mientras seguimos batiendo el resto del azúcar glas.
Batimos hasta que las claras queden bien montadas a punto de nieve y brillantes. Seguidamente tomamos ⅓ de las claras montadas e incorporamos a la mezcla de yema para que se integre bien. Una vez bien integrado vamos añadiendo el resto de las claras, con mucho cuidado con la espátula con movimientos envolventes de abajo arriba.
Cuando tenemos la mezcla preparada la vertemos en el molde que tenemos preparado, reservando unas cucharadas de preparación para mezclar con el chocolate.
En un recipiente aparte mezclamos el cacao con unas cucharadas de agua caliente. Debe quedar cremoso, si no es así podemos añadir alguna cucharada de agua más.
Mezclamos la crema de cacao con el resto de la preparación que hemos reservados usando la espátula con movimientos envolventes.
Una vez mezclado, lo vertemos sobre el molde y hacemos remolinos con una cuchara o palillo. Damos un par de golpes sobre la superficie de trabajo para que se reparta bien la preparación y se escapen las burbujas de aire.
Envolvemos el molde con un poco de papel de aluminio para asegurarnos que no entre agua en el molde y lo metemos en otro recipiente más grande que rellenamos con agua caliente.
Lo metemos en el horno, previamente precalentado a 140ºC, calor arriba y abajo durante 1 hora. Pasado el tiempo, subimos la temperatura a 150º C y lo dejamos unos 10-15 minutos más.
Pasado el tiempo, comprobamos que el pastel esté listo pinchando con un palillo y si sale limpio ya tenemos el pastel listo.
Lo sacamos del horno y dejamos enfriar unos minutos antes de sacarlo de la bandeja con agua. Pasados 5 minutos retiramos y lo dejamos enfriar un poco antes de desmoldarlo. Esperamos a que enfríe antes de servir.